Nueva derrota del Sevilla FC a domicilio, muy condicionado en su once por el partido de este jueves ante el Shakhtar, aunque en esta ocasión sin peros ni frustraciones, porque el equipo nervionense pasó por Cornellá con sigilo y sin provocar molestias, ofreciendo un encuentro plano en el que no tuvo ningún tipo de opción. No es que el Espanyol le pasara por encima, porque los locales tampoco anduvieron sobrados, simplemente se llevó el choque quien realmente fue a por él. O lo que es lo mismo, los locales se jugaban la permanencia, mientras que la verdadera guerra del Sevilla se libra en cuatro días en la Europa League.
El plan alternativo de Unai Emery no dio resultado. El técnico vasco apostó por muchas rotaciones, con un once en el que combinaba a canteranos con jugadores poco habituales y con las dos torres, Iborra y Llorente, arriba. Curro Sánchez en la izquierda, Cotán junto a Cristóforo en el mediocentro, y Matos en el lateral zurdo eran las grandes novedades.
Aunque sin prodigarse arriba, en la primera parte el Sevilla mantuvo el control del choque
El Sevilla salió sin argumentos fehacientes. Ni siquiera las ganas que, apriori, podían poner los canteranos y los menos habituales para contrarrestar las urgencias del Espanyol, hicieron que el equipo pisara con determinación campo contrario. El Sevilla llegó vivo al descanso porque el Espanyol quiso, pues aún teniendo la pelota, apenas apretó. Tampoco tuvo que esforzarse mucho más en la reanudación, pero le valió acelerar una pizca para imponerse con claridad.