Algún día Don Vicente Iborra de la Fuente, siempre con el don por delante, se marchará de Nervión y entonces tal vez se valore en su justa medida, con la debida perspectiva que ofrece el paso del tiempo, lo muchísimo que aporta y ha aportado este jugador al Sevilla FC. El valenciano, imprescindible para explicar el espíritu indomable del equipo que capitanea, fue clave saliendo desde el banquillo para darle la vuelta a un derbi que parecía perdido al descanso. Una vez más el Sevilla demostró que cuando está en un terreno de juego nunca se le puede dar por muerto, incluso cuando parece que lo está como en la primera parte. No lo estaba, claro que no, y en la segunda mitad el partido giró con brusquedad, arrasando el Sevilla al Betis gracias a sus virtudes futbolísticas, pero fundamentalmente a su monumental amor propio.
Vicente Iborra no necesita tener asegurada la titularidad para ser el auténtico líder de un equipo que encuentra en sus 190 centímetros su propio corazón y dignidad . Este sábado en Heliópolis quedó patente de nuevo el tremendo influjo del capitán sobre sus compañeros. Al descanso el Sevilla perdía de forma timorata por 1-0, pero en la reanudación, ya con Iborra en el terreno de juego, el partido viró por completo y lo que parecía una tarde nefasta se convirtió en una exhibición de orgullo que deparó otro triunfo en un derbi que reafirma la hegemonía sevillista en el fútbol de la ciudad.
El Sevilla, irreconocible en la primera parte, cambió totalmente con la entrada de Iborra, ganando el centro del campo y recuperando el carácter perdido
Quizá sea reducir demasiado el análisis del choque a la jerarquía de Vicente Iborra dentro del campo como factor decisivo, pero tampoco se estaría exagerando. Después de una primera parte para olvidar, en la que el Betis se impuso claramente por intensidad y se fue al descanso ganando 1-0, pudiendo haber hecho alguno más, el Sevilla cambió por completo en la reanudación. Sampaoli cambió el dibujo, pasando de tres centrales y dos carrileros largos a una defensa de cuatro, entrando Iborra y Ben Yedder por Franco Vázquez y Sarabia. El partido fue otro.