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Gameiro marca gol en el Sevilla-Celta de Copa
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COMO EN LA IDA, EL RETO ES LA FIRMEZA Y EL HAMBRE DE GOL

11/02/2016
Entradilla
El Sevilla a refrendar su rol competitivo y su ambiciosa mentalidad copera ante un avispado rival que sueña con la proeza y al que hay que respetar
Cuerpo Superior

Gran expectación. Es la vuelta de unas semifinales de la Copa del Rey. El Sevilla la debe afrontar sin ambages, como si fuera la ida. El 4-0 no cuenta ahora. Los de Emery empezarían a abrir el resquicio al milagro céltico si se ponen a especular con la evidente ventaja acumulada. La misma sólo debe dar equilibrio y frialdad mental, así como ser la base sólida para fortalecer la confianza del grupo y refrendar un rol competitivo que evite el despertar celeste. Será clave la primera media hora de juego tanto para frenar las acometidas del RC Celta, que buscará un gol rápido para creer en la proeza, como no cometer desaplicaciones en forma de tarjetas y pérdidas de balón en zonas de presión local. Nunca la concentración máxima y la firmeza de todos van a ser tan vitales.

Unos registros inmaculados bien merecen redondear las cifras históricas de esta Copa

El Sevilla de esta edición copera ha firmado unos registros inmaculados que no son normales. Siendo reiteradamente conocidos por todos, el récord de siete victorias concluyentes, tres de ellas a domicilio -asignatura pendiente en la Liga-, con 20 goles a favor y ninguno en contra, bien merece el esfuerzo colectivo de recorrer una senda que tendría en sus números el carácter de hito histórico. Aunque con ser un dato significativo el camino andado en esta Copa del Rey, jugado en cada cita con los cinco sentidos, lo importante será mantener la imagen de conjunto fiable y firme, con oficio y hambre, líneas juntas en la pelea, aunque también mostrando humildad y un respeto enorme al adversario.

Cuerpo Inferior

Gameiro y Krohn-Dehli (3 goles cada uno), bazas sevillistas para hacer inalcanzable la remontada céltica

Tras la ida en Nervión, el goleador sevillista Gameiro ha tomado un protagonismo que no tuvo en las primeras eliminatorias coperas y ahora debe ser -con su gran racha anotadora- la piedra angular para asegurar este jueves ese gol que haga más inalcanzable si cabe la remontada viguesa. El francés suma ya tres goles en el torneo del KO, los mismos que el ex céltico Krohn-Dehli, otra pieza notable por sus apariciones en área contraria, gracias a su potencia física y a su olfato de gol. Dos goles cada uno suman también los defensas Rami y Coke, opciones para sorprender con estrategia la menor fortaleza gallega por alto. Reyes -junto a Immobile- suma igualmente  dos goles, con esa impronta copera que respira el utrerano en los días señalados.

El sueco Guidetti -máximo artillero de la Copa con 5 goles- es la baza local, con sus escuderos Aspas por bajo y Pablo Hernández por alto, ambos bigoleadores en este torneo. Vuelve este jueves un motivado Orellana y su estrella Nolito, tras su larga lesión, no parece que pueda ayudar a su equipo. Los de Unai Emery, en su tercer pleito seguido en una semana frente a los de Berizzo, saben ya perfectamente las virtudes viguesas, con el añadido del golpe moral que supondría no caer en ninguno de los tres encuentros que el sorteo deparó, más el de la Liga. Del ejemplo liguero de hace sólo cuatro días se pueden extraer enseñanzas para repetir lo bueno y desechar lo menos bueno. Aunque cada partido es una historia bien distinta.  

Los apercibidos de sanción pueden variar el once de Emery, que va con todo

Todo hace indicar que habrá pocas rotaciones en los dos equipos ante la trascendencia de la cita y los llamados titulares parecen que serán de la partida. Aunque un detalle puede variar los planes del de Hondarribia si decide al final evitar bajas por acumulación de amarillas. En este sentido, Rami, N’Zonzi y Kolodziejczak (este jugador es el único que lo ha jugado todo en la Copa del Rey) están apercibidos de sanción. El técnico sevillista sin embargo suele obviar este tipo de riesgos en situaciones similares. Mayo queda lejos y el propio Emery ha recalacado que el día es sólo hoy, sin pensar más allá. En cualquier caso, el grupo -y no las individualidades- es el que deben dar el paso adelante con firmeza y hambre de gol para volver a soñar.