Sin lograr desembarazarse de los problemas que le acucian en LaLiga, pero el Sevilla FC sigue superando etapas en la competición copera. Esta fría noche de martes superó al Deportivo Alavés en Mendizorroza con un buen gol de Rakitic para meterse en los cuartos de final. Un partido en el que los de Sampaoli se vieron superados al inicio por un incisivo Alavés, pero en el que el paso de los minutos y, sobre todo, el verse por delante en el marcador, supuso un decisivo punto a favor para encontrar mucha más firmeza, sobre todo en el aspecto defensivo. Aunque el Alavés se volcó al final, un gran Dmitrovic también puso de su parte para llevar la eliminatoria a buen puerto.
Ya comentó en la previa Sampaoli que esperaba un Alavés aguerrido y con vocación ofensiva. Y no se equivocaba el argentino, que vio como los vitorianos habían forzado dos saques de esquina en apenas minuto y medio de juego. Los de Luis García no tardaron en mandar hombres arriba en busca de dar el primer aviso a un Sevilla que, poco a poco, consiguió estirar líneas. Faltaba, eso sí, ese último pase para dar la réplica en un arranque en el que los locales marcaron la pauta. Una contra, de hecho, llevó a Sylla a plantarse ante Dmitrovic, aunque un rápido En-Nesyri en el repliegue consiguió mandar a córner. El nerviosismo derivado de la situación del equipo también dejaba señales en Mendizorroza, aunque un buen Dmitrovic conseguía mantener la igualdad en el marcador. Toni Moya, mediado el primer tiempo, también probó desde la frontal, pero un rechace acabó con el esférico de nuevo en la esquina.
No conseguía encontrar el rumbo el Sevilla FC, que vio además, ya pasada la primera media hora de juego, como Dmitrovic volvía a destacar con un paradón a tiro esta vez de Luis Rioja, que cazó un rechace dentro del área y probó abajo junto al palo para la gran reacción del serbio. Hubo que esperar al 40 de partido para la primera ocasión de peligro nervionense en el partido, un buen robo de Jordán en la salida de balón alavesa que permitió a Lamela encarar y disparar, pero su lanzamiento se fue por encima del larguero de Owono. De cara a la reanudación, Sampaoli sacó del terreno de juego al amonestado Gudelj y a Suso, dando entrada a Fernando y a Jesús Navas. El palaciego, en el tres de la segunda parte y prácticamente en el primer balón que tocaba, puso uno de sus centros marca de la casa al punto de penalti y allí apareció Rakitic, que en plancha cabeceó junto al palo para poner el 0-1 y adelantar a los suyos.
Rakitic no desaprovechó la gran ocasión sevillista del partido para decantar la eliminatoria
Un gol que cambió y mucho la dinámica del partido y aplacó a los once sevillistas, que se vieron muy fortalecidos por la confianza que suponía verse por delante y que tuvieron muy claro el partido que querían afrontar de cara a la segunda parte. Como es lógico, el Alavés seguía con su mismo plan de intentar acumular efectivos en ataque, pero se encontraba ahora con un Sevilla mucho mejor plantado atrás y prácticamente sin conceder ocasiones de peligro. La única en esos minutos en los que el Alavés quiso sacudirse el gol encajado la protagonizó Jason, con una falta directa a los 55 minutos que sacó Dmitrovic de muy cerca de la escuadra. Lo mejor para el Sevilla es que prácticamente no ocurría nada que pudiese volver a cambiar el marcador, mientras Luis García Plaza movía el banquillo dando entrada a jugadores con peso específico como Duarte y Salva Sevilla.
Sampaoli, tras las dos permutas del descanso, solo sacó ya en la recta final a Nianzou para reforzar una zaga mucho mejor asentada y un Rafa Mir que intentó cazar alguna al contragolpe. Solo hubo una opción, ya al final, para certificar el triunfo sin sufrir, pero el remate de Lamela a dejada de Rakitic dio en un rival para irse a córner. El Alavés se lanzó en el extenso descuento en busca del empate y tuvo dos claras, una de Jason que sacó bien Dmitrovic y otra de Salva Sevilla, que cruzó demasiado un disparo raso imposible para el meta. El Sevilla FC sale con vida de Mendizorroza y este viernes a las 13.00h estará en el bombo de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, donde conocerá el rival de unos cuartos de final que deberá afrontar en apenas siete días.