Seis de seis fundamental el que ha completado el Sevilla FC en apenas 72 horas para despegar hacia el objetivo de la zona Champions. Ante un Elche con otra cara desde la llegada de Escribá y que ya se quedó con los puntos hace diez días en el Martínez Valero, el Sevilla esta vez impuso su ley y pese a las bajas volvió a sumar de tres dejando la portería a cero. Los golazos de En-Nesyri al borde del descanso y del Mudo Vázquez sobre la bocina, sirvieron para sellar el triunfo, que se pudo ver comprometido en la recta final por el evidente y lógico cansancio del plantel nervionense. Nueve puntos sobre el quinto y una última cita antes del necesario parón liguero.
Hasta cuatro cambios obligados tuvo que realizar Julen Lopetegui con respecto al once del pasado domingo. Con Diego Carlos y Joan Jordán fuera por sanción, así como Fernando y Ocampos por molestias, el técnico vasco apostó además por Óscar Rodríguez como sustituto de Papu Gómez en la banda izquierda. Eso sí, el inicio del choque fue muy parecido al del Gran Derbi, con un Sevilla que quería manejar el balón pero sin demasiada mordiente en ataque, o al menos no la suficiente como para inquietar a Badía. De hecho, un disparo cerca del palo efectuado por Suso a la media hora fue el primer aviso de los locales. El Elche ya había avisado a la contra pero sin concretar, pues la zaga sevillista había impedido que los de Escribá finalizaran jugada.
En-Nesyri mandó dentro la primera clara de los sevillistas con espléndido cabezazo
No estaba siendo un partido demasiado atractivo para el espectador y tocaba dar una vuelta de tuerca para marcar diferencias, algo que hicieron los nervionenses en un momento clave. Bastó dirigir un primer balón hacia los tres palos para abrir el marcador. Fue a dos para el descanso y tras una internada de Navas por la derecha, dejada para Suso y rosca espectacular del gaditano buscando a En-Nesyri. El marroquí se coló entre los centrales y la peinó a la perfección para batir a Badía antes de sufrir un aparatoso golpe contra el suelo que le impidió celebrar el tanto. La alegría fue por dentro y sin demasiado tiempo para más antes de un descanso al que se llegaba con una ventaja clave.