Ya está en el bolsillo. El Sevilla FC logró la victoria este domingo en Nervión para sumar un espectacular 15 de 15 en las cinco últimas jornadas ligueras. Todo ello en un partido en el que incluso el empate certificaba la cuarta plaza sin esperar a lo que hiciera mañana la Real Sociedad. Triunfo con resultado engañoso, pues los de Lopetegui maniataron en todo momento a un Granada que acusó los dos goles al inicio de cada tiempo. Todo ello hasta que, un penalti de los del denominado 'nuevo fútbol' y un final más que inesperado llevaran los nervios al césped. Por suerte, en ese minuto extra no ocurrió nada y el Sevilla afrontará las cinco jornadas finales pleno de ilusión.
El rocoso Granada salió con la intención de complicar las cosas, presionando muy arriba y obligando a la zaga sevillista a estar muy atenta en cada balón. Eso sí, el primero en avisar fue un Papu Gómez con libertad en ataque que remató alto un balón interior de Acuña. El argentino volvió a aparecer muy pronto, esta vez de forma decisiva, aunque antes le dio tiempo a Antonio Puertas a hacer un gol que fue anulado por una clara falta de Kenedy sobre el propio Acuña. El ex del Atalanta era el destinatario de un gran pase de Ocampos, que tras orientarse hacia el área culminando una internada por la izquierda, vio como Gonalons derribaba por detrás al Papu impidiéndole rematar. Lo vio en primer plano De Burgos Bengoetxea, que decretó la pena máxima. Rakitic asumió la responsabilidad y Rui Silva adivinó la dirección, pero sin poder evitar el 1-0.
El Sevilla se mostró muy seguro y dominó a su rival durante todo el encuentro
Balsámico tanto para los de Lopetegui, que hicieron notar a su rival el peso del gol y ganaron mucho aplomo para digerir el resto de la primera parte. Luuk De Jong pudo duplicar la ventaja mediado el primer tiempo, pero el centro de Navas lo peinó el neerlandés fuera por muy poco. No querían precipitarse los de casa ante un Granada que basaba sus opciones en intentar aprovechar alguna pérdida para irse arriba en superioridad. Por ello el Sevilla nunca perdió la paciencia a la hora de tocar y buscar la meta nazarí. Lo hizo de forma clara en dos acciones casi consecutivas, una por medio de Suso y otra de Papu Gómez. Ambos probaron al meta luso del Granada desde fuera del área, pero Rui Silva reaccionó con reflejos en ambas acciones. Llegaba el descanso de un partido controlado sin demasiados apuros por un Sevilla que, eso sí, necesitaba un segundo gol para terminar de encontrar la tranquilidad.