Getafe CF-Sevilla FC es un duelo con previas muy esperanzadoras pero que -casi siempre- han derivado en desilusión nervionense, unas veces con más justicia que otras, tras disputarse. El momento presente de los de Berizzo es cambiar esa histórica dinámica negativa y cortar de raíz la mala racha. El Coliseum Alfonso Pérez nunca fue terreno propicio para el Sevilla FC en sus visitas en Primera División. Su única victoria (0-2) se remonta a noviembre de 2008 -hace casi nueve años- en un partido en el que fue una lección magistral de eficacia, con goles de Luis Fabiano y Tom de Mul en el descuento. Una eficacia que mostró pocas veces al sur de Madrid y que ahora mismo debe ser el norte para recuperar la pegada. La cita de este domingo -con la ilusionante fase de grupos de la Champions ya planteada- en lugar adecuado de demostrar el vigor que requiere el torneo doméstico y confirmar con tres puntos la teórica superioridad.
Retos ineludibles: borrar el signo negativo en el Coliseum y ganar fuera de casa en Liga, algo que no se logra desde febrero pasado
El choque de este domingo en Getafe tiene más importancia de la que parece a primera vista. A la citada mala racha en el campo getafense (siete derrotas y 4 tablas de 12 intentos ligueros), se unen los pobres números a domicilio en la recta final del pasado curso, con dos empates y cuatro derrotas en las seis últimas visitas foráneas, remontándose el último triunfo visitante en el torneo doméstico a febrero -hace medio año- en el derbi sevillano (1-2). Rachas pasadas que no tienen por qué influir en el inicio de la actual campaña 17/18, la cual requiere una primera victoria -tras el tropiezo ante el Espanyol- para ir tomando posiciones. Este año, la 4ª plaza da billete directo a la siguiente Liga de Campeones y eso son palabras mayores.