Un clásico de la Liga -con tintes de desafío entre históricos acrecentado en la última década- aparece de nuevo en el Sánchez Pizjuán, escenario de competidos duelos entre sevillistas y valencianistas. El 72º Sevilla FC-Valencia CF en Primera se presenta con el acicate de medir a un pujante equipo nervionense, en las alturas de la tabla, con sólo 2 derrotas, ante un cuadro che, acostumbrado a la zona noble y que ahora, nada menos que con 7 derrotas, vivaquea en un lugar clasificatorio que no le corresponde por historia y logros conseguidos. Asomado a dos puntos del abismo, su racha de resultados no obstante no casa -pese a la crisis- con su potencial y su producción ofensiva. Sus exiguos 11 puntos no deben hacer bajar la guardia a los de Sampaoli que, pese a su titánico desgaste en la Champions, han de cambiar el chip, retomar impulso y afrontar el partido con la máxima atención.
Afrontar la complicada cita con una concentración superlativa sin que la crisis de resultados del rival desvíe la atención
El cuadro levantino ha sumado dos victorias a domicilio en Leganés y Gijón (las dos por 1-2) y una en Mestalla -ante el Alavés-, también 2-1, sobre la hora y de penalti. Su pobre racha como foráneo la ha completado con derrotas en Ipurúa, San Mamés y Balaídos, aunque todas por la mínima. En dichas citas estuvo cerca de puntuar pero el fútbol -además- es un estado de ánimo a caballos de los resultados. Es por eso que el Sevilla no puede fiarse de los malos números del Valencia, porque Cesare Prandelli, ex seleccionador italiano, cuenta con jugadores de nivel para dar - en un día bueno- cumplida réplica si no se está ojo avizor. Es un pleito de 90’minutos de dos históricos -aunque ahora les separen 13 puntos- para ser competitivos desde el minuto uno. La pelea es sin cuartel, con una concentración superlativa y contundencia en las dos áreas.