Se convocó a la afición para que acudiera al Ramón Sánchez-Pizjuán en la víspera de El Gran Derbi y los sevillistas no fallaron. Miles de ellos se dieron cita en Nervión en una tarde primaveral, con muy buena temperatura en lo climatológico y bastante alta en lo ambiental. De hecho, poco antes de las cuatro y media de la tarde comenzaron a acceder los primeros sevillistas al graderío del estadio, mucho antes del arranque de la sesión, pasadas las seis de la tarde. Los más previsores tuvieron la oportunidad de ver a sus ídolos acceder al vestuario desde el propio césped, momento en el cual todos ellos se llevaron sus primeras ovaciones de la tarde.
LA AFICIÓN ARRANCÓ EL GRAN DERBI CON UN 'ENTRADÓN' EN EL ENTRENAMIENTO A PUERTA ABIERTA
Y mientras tocaba esperar, más cánticos para seguir entrando en 'modo derbi' cuando quedan poco más de 24 horas para el pitido inicial. A las seis comenzaron a saltar los jugadores y el cuerpo técnico en pleno, con las únicas ausencias de los lesionados Max Wöber y André Silva. El portugués no se ejercitó aunque se dio cita en el estadio y por lo tanto su presencia en el partido de mañana queda en duda. Sí estuvo Banega, que tal y como se informó ayer, no lo hizo el jueves por tener descanso programado.
Los 15.000 sevillistas presentes en la grada vieron una sesión que comenzó con carrera continua y rutina de calentamiento, para continuar con ejercicios de finalización y un partidillo final. Y si todos los jugadores tuvieron su apoyo desde la grada, si hubo un protagonista principal fue el técnico Joaquín Caparrós, que no paró de protagonizar gestos de complicidad con la afición e incluso realizó partes del calentamiento como un jugador más, dejando claro que vive como nadie este tipo de partidos.