Julen Lopetegui dejaba anoche de ser entrenador de la primera plantilla del Sevilla FC. Este mediodía, el antepalco del Ramón Sánchez-Pizjuán era el marco elegido para que el vasco se despidiera de su club y de su afición. Un acto en el que no faltaron el presidente José Castro, los vicepresidentes, buena parte del Consejo y parte del staff técnico, además del director deportivo Monchi y sus adjuntos Fernando Navarro y Emilio de Dios. Tras la presentación por parte del periodista de la casa Germán Mora, se proyectó el vídeo de despedida del técnico, tras lo cual, algo emocionado, tomó la palabra: "No soy de escribir papelitos y sí de intentar transmitir un sentimiento con sencillez. Uno cuando ve el vídeo, lo primero que veo es que éramos mucho más jóvenes y que el fútbol castiga mucho a todos. Seguramente porque hemos entregado una parte de nuestra vida. La profesión nuestra es así, son 24 horas cada día de la semana en cuerpo y alma. Eso desgasta y deja huellas físicas, pero también en el corazón. Huellas imborrables como las imágenes que hemos visto y que agradezco de corazón. Un vídeo tan bonito y este homenaje que sinceramente me lo voy a llevar para mí para siempre. Esas huellas en el corazón que quedan van a ser imborrables, de recuerdos bonitos, momentos complicados que entre todos hemos sido capaces de superar, de tener la suerte de liderar deportivamente un club como el Sevilla FC es algo extraordinario. De estar muy agradecido a ese día que viniste, Monchi, a buscarme a Madrid, que comimos y que pagué yo. Me convenciste de que era un proyecto realmente bonito, que nacía algo nuevo y que entre todos podíamos construirlo".
Continuaba el de Asteasu: "Así tratamos de hacerlo y mi agradecimiento también al presidente, vicepresidente y todo el Consejo. A todo el que me ha dado la oportunidad de ser entrenador del Sevilla, a todos los trabajadores del club, fantásticos. Lo mejor que alguien se puede llevar es el reconocimiento y la amistad de muchos de vosotros, que es sincera y para siempre, y el respeto de mis jugadores y de mi afición. ¿Qué más puede pedir uno? A partir de ahí, no me sale otro sentimiento que no sea el de agradecer. Creo que soy un elegido por poder haber vivido estos momentos tan bonitos, ser partícipe en mi cuota de haber podido hacer un poquito más grande al Sevilla y desear lo mejor del mundo a mi club, porque siempre va a ser mi club, y a mi gente, porque siempre vais a ser mi gente. No tengo ninguna duda de que el equipo va a revertir la situación, está a tiempo de todo y con pequeños retoques y cuando vuelvan muchos jugadores al nivel que van a volver, el equipo estará donde tiene que estar. Estaré ahí aplaudiendo y sintiéndome orgulloso y partícipe de todo esto. Muchísimas gracias a todos de corazón, que aquí va a haber un sevillista más de por vida, un amigo para lo que querías y gracias por esta oportunidad y este homenaje tan bonito".
Luego llegaba el momento de la atención a los medios, que aprovecharon para agradecer el trato del entrenador en toda esta etapa. Sobre su mejor momento en Sevilla, aseguró que "me quedo con algo que es más importante que los títulos, con el cariño y el respeto de la gente de este club, que es lo más grande que uno se puede llevar en la vida. Eso viene como consecuencia de muchos momentos bonitos, de conseguir cosas importantes y de una interacción humana. Me quedo con el cariño de la gente, que me han aguantado muchos días, porque yo muchas veces soy complicado de aguantar. Creo que, sin duda, esta es la que más ha calado en mi corazón, eso ya no se cambia y ese sentimiento no se puede cambiar porque está empapado y es fruto de toda esta relación".
"No sé si los caminos se volverán a encontrar, pero emocionalmente son inseparables"
Sobre el final, cree que "las cosas uno nos las puede elegir, sucede y toca adaptarse y estar a la altura. Hay cosas que no puedes elegir y surgen pero sí puedes elegir cómo reaccionas y convives en este escenario. Los que me conocen saben que no soy rencoroso y mi sentimiento es de agradecimiento, de ver la parte positiva de estos tres años y medio históricos. Todo lo demás lo dejo a un lado. No es momento y soy un hombre de fútbol y entiendo las cosas. Trato de adaptar la respuesta a lo que creo y está bajo mi control, pero nada más. Quién sabe lo que deparará la vida. Espero seguir siendo un entrenador muchos años y el Sevilla será un gran club siempre. No sé si nuestros caminos se volverán a encontrar, pero emocionalmente son inseparables".
Una etapa de muchos éxitos y de bagaje profesional y personal: "Me llevo experiencias, como en la vida, que te hacen la piel más dura y que te dan más experiencia y conocimiento de la profesión. Hay una parte emocional hacia el club y la ciudad. Vamos a estar siempre muy unidos, mi hija es sevillana de por vida porque la ciudad acoge a las personas con mucho cariño y eso cala. Uno de los activos que tiene el club es la altísima exigencia, que obliga a todos a trabajar con las orejas muy tiesas y que se transmite. Ese aspirar a lo máximo no se debe perder para que deportivamente el equipo esté arriba. Eso nos ha hecho funcionar y es un activo del club".
La despedida de los jugadores, por último: "Ellos tienen que pensar ya en el siguiente partido. Los entrenadores somos lo que somos por los jugadores y ellos nos hacen mejores o peores. Lo que les dije fue que confiaran en ellos, que estaban a tiempo de conseguir cosas bonitas, que son un grupo fuerte y unido y que cuando se ajusten tres o cuatro piezas, el equipo estará a su nivel. Les deseo la mejor de las suertes".