La cita más ilusionante, razón de ser de toda entidad futbolística, es estar siempre entre los grandes y vivir citas ante colosos del continente. El Sevilla FC-Juventus de este miércoles en el Juventus Stadium relanza la grandeza del club nervionense y refuerza el prestigio logrado a base de exigencia y buen hacer de la última década. Ni el poderío indudable del histórico club rossonero ni sus extraordinarios registros en feudo propio deben suponer un muro insalvable para este Sevilla actual que, con un nuevo proyecto, afronta de cara y con valentía el reto más complicado pero a su vez el más atractivo: estar ahí -pocos pueden decirlo- para pelearle de tú a tú la victoria y medirse a uno de los mejores rivales mundiales por excelencia.
Pocos pueden vivir una gran cita como la de Turín, sinónimo de crédito y grandeza
Gran piedra de toque de los de Sampaoli, que aún está en la fase de ajustar su estilo y formar el armazón de su once, y en un escenario -Turín- de gratísimos recuerdos para el sevillismo, lugar donde inició su segunda tanda triunfadora de títulos europeos. La Juve en su estadio es casi inexpugnable, con un equipo rocoso y con oficio, pero las estadísticas no ganan partidos y ahí el Sevilla tiene un nuevo desafío ante sí para mostrar sus argumentos. Aún en la retina del aficionado permanece el doble duelo del curso anterior en la Liga de Campeones, la derrota (2-0) en terreno italiano y la victoria (1-0) en Nervión, con gol de Llorente.