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La primera plantilla del Sevilla FC continúa disfrutando de sus merecidas vacaciones después de cerrar una temporada de ensueño frente al Ínter de Milán en Colonia, consiguiendo en la final de la UEFA Europa League levantar su sexto trofeo de esta competición y el séptimo continental junto a la Supercopa de Europa de la campaña 06/07. Algunas semanas antes, el conjunto blanquirrojo había certificado también una Liga cuasi perfecta, sellando su clasificación para la disputa de la Liga de Campeones del próximo año con la cuarta plaza.
Entre todos los buenos registros que dejó en LaLiga el plantel de Julen Lopetegui, cabe destacar uno que ha batido con creces a todas las estadísticas del siglo XXI desde la vuelta del club nervionense a Primera división. El Sevilla FC únicamente recibió una expulsión en esta Liga 19/20, la sufrida por Lucas Ocampos en Valladolid en la decimocuarta jornada de la competición, siendo superado tan solo, precisamente, por los propios pucelanos, que no sufrieron ninguna. El argentino vio la segunda amarilla en el minuto 92, por lo que los blanquirrojos apenas estuvieron dos minutos en inferioridad sobre el césped.
Solo el Valladolid, con cero, superó al Sevilla FC en LaLiga en expulsiones sufridas. Los de Lopetegui tampoco vieron rojas en Copa ni en UEL
En el cómputo general de campañas, tan solo la 14/15 y la pasada, la 18/19, se aproximan a este hecho, con dos y tres tarjetas rojas respectivamente, mientras que hay que trasladarse hasta la temporada 10/11 para recuperar el número más bajo en estos parámetros, con siete expulsiones. La 12/13, por el contrario, fue la más señalada negativamente en este aspecto, con hasta catorce tarjetas rojas vistas en la competición doméstica.
Asimismo, también es reseñable que el Sevilla FC concluyó tanto la Copa del Rey -habiendo disputado cuatro encuentros- como la UEFA Europa League, donde jugó doce partidos, sin haber sufrido una sola expulsión en ninguno de los dos torneos, lo que pone aún más en alza un parámetro al que no siempre se le presta excesiva atención, pero que sin duda es fiel colaborador de poder concluir los encuentros siempre en disposición de obtener algo positivo pues, como mínimo, se dispone de las mismas piezas que el rival sobre el terreno de juego.