El Sevilla FC es equipo de Liga de Campeones para la temporada 22/23. Así lo ha certificado, no sin sufrimiento, con el empate conseguido en el Wanda Metropolitano en la penúltima jornada de LaLiga, que hace matemático el cuarto puesto, como mínimo, para los de Julen Lopetegui. En-Nesyri, cuando el encuentro moría, mandó a la red de Oblak el sufrimiento y la agonía de todo el sevillismo, empatando el tanto inicial de Giménez y certificando la plaza Champions. La visita del Athletic Club no tendrá más interés para los blanquirrojos que tratar de buscar el tercer puesto si los colchoneros volvieran a pinchar, pero el objetivo está cumplido en una campaña tremendamente difícil para los de Nervión y que el próximo domingo podrán festejar con los suyos en el Sánchez-Pizjuán.
Finalizó una primera mitad en Canillejas con todos los intereses en contra para el Sevilla FC, tanto en el partido que disputaba in situ como el que se celebraba al mismo tiempo entre el Real Betis y el Granada CF. Los sevillistas no arrancaron bien el choque en el Wanda, recibiendo hasta dos remates en los primeros ocho minutos de encuentro, uno de Luis Suárez tras una pérdida y otro de Reinildo en un saque de esquina, yéndose ambos algo desviados a la derecha de Bono. Los nervionenses despertaron y comenzaron a generar algo de juego sobre el terreno de juego atlético, teniendo En-Nesyri un remate alejado a la izquierda de Oblak como acercamiento más significativo. En la media hora de juego llegaría el tanto de Giménez, de cabeza a la salida de un córner, que junto a la momentánea victoria del Betis en Sevilla dejaba a los de Lopetegui todavía sin certificar la plaza de Liga de Campeones. El Sevilla FC lo intentó hasta el descanso, pero nada más se movió en el luminoso madrileño.