El reto es siempre ilusionante. Nuevo desafío: ganar fuera de casa y hacerlo en el estadio más complicado, el Bernabéu, frenando la inercia ganadora de los merengues, un equipo goleador en su feudo pero que no enamora a su hinchada. El cuadro de Concha Espina, no da aún por perdida la Liga hasta visitar a su gran rival en el Camp Nou e insiste como el lógico en no dejar de otear el liderato, esperando no obstante sin mucha convicción tres tropiezos azulgranas. Por ello, los de Zidane –con una grada también exigente- no van a bajar la guardia antes de tiempo y afrontan la cita de este domingo con toda la intención de asegurar la victoria. Sin embargo, la idea de los de Emery debe ser idéntica: plantarle cara a la situación compitiendo con orden, concentración y osadía. Pese a la dificultad, el fútbol ofrece opciones de triunfo si la propuesta es valiente y se pelea al máximo nivel.
Orden, concentración y osadía para compensar las numerosas ausencias
Será un pleito con bajas importantes en los dos equipos. Al Madrid le faltará entre otras el eje central de la zaga -Ramos y Pepe- y al Sevilla piezas que le dan peso específico desde medios hacia arriba. Porque mucho peso tienen las conocidas de Banega (por sanción), N’Zonzi, Vitolo, Konoplyanka o Krohn-Dehli por lesión. La ausencia de su habitual faro y sus bandas titulares son hándicap de consideración, aunque la profundidad de la plantilla debe cubrir con garantías las ausencias para formar un once competitivo. Un once dispuesto a dar la cara con las claves de la actitud, la concentración y la intensidad. La mejor referencia es repetir la imagen ofrecida hace pocas fechas en el Camp Nou. Dicha imagen también suma en la confianza futura. El Sevilla es consciente de lo complicado del reto, pero con la seguridad de ponerlo todo para encontrar el premio.