Como metáfora de la temporada, al menos en la competición liguera, el Sevilla FC se acabó imponiendo bajo una inesperada lluvia de mayo al Deportivo Alavés, en el último duelo de una temporada que por suerte ya no tenía nada importante en juego. Eso sí, ahí estaba la obligación de un equipo que tenía que mostrar una buena cara ante los suyos hasta el final. En un duelo de más a menos de los blanquirrojos, al menos se acabó en alto con el esperado debut de un chispeante José Alonso Lara y la despedida de Joaquín Caparrós. Al utrerano no le importó la lluvia y saltó al césped tras el pitido final para, muy emocionado, agradecer a su gente el apoyo en un final de temporada en el que ha resultado clave para la consecución del objetivo europeo.
No había más objetivo que el de acumular la mayor cifra de puntos posible, pero Joaquín Caparrós ya avisó en la previa de que había una deuda con la afición y tocaba brindarle un buen partido. Aunque la lluvia deslució y mucho el ambiente, ya desde el inicio se pudo ver a un Sevilla muy dominador que prácticamente redujo la superficie de juego a la mitad del campo perteneciente al Alavés. Eso sí, no llevó demasiado peligro en los primeros compases más allá de algún que otro acercamiento que Sandro no logró hacer fructificar. Sin embargo, en la primera que tuvo el equipo de Abelardo, a punto estuvo de adelantarse. Fue Sobrino, tras una rápida acción personal, el que le pegó con todo al larguero de la meta que defendía un Soria hasta entonces inédito.
El Sevilla se hizo desde el inicio con el dominio de la posesión y logró adelantarse a la media hora de juego
El canario mostraba evidentes ganas de agradar a la afición, pero lo cierto es que no se encontraba con la fortuna y volvió a evidenciarlo con un remate de cabeza que se le marchó alto. Sin embargo, sus compañeros no tardaron en enmendarlo y el equipo se puso por delante justo antes de la media hora de juego. Robo del siempre pillo Ben Yedder en zona peligrosa, pared con un Franco Vázquez que se estaba gustando y remate cruzado y raso del galo para batir a Pacheco y estrenar el marcador. Se hacía justicia con la mayor ímpetu de un Sevilla que llegó al descanso prácticamente sin volver a concederle nada a los vitorianos. De hecho, lo que más cerca estuvo fue el segundo tanto, con un buen remate de Franco Vázquez que pudo despejar el meta blanquizul previo toque en el poste, así como un mano a mano de Ben Yedder en el que sí que estuvo más rápido el cancerbero.